viernes, 12 de septiembre de 2008

Sobre las estúpidas maneras de llamar la atención

Vamos a jugar un juego para destruir la paciencia y la bondad de los desconocidos. Primero: busquen algo que les moleste. Segundo: busquen a un responsable verdadero o ficticio. La única restricción es que si el responsable son ustedes mismos, entonces deben culpar a alguien más. Tercer paso: hagan algo sumamente fastidioso para manifestarse. La única regla es que hagan sufrir a alguien que no tiene la culpa de los que los atormenta. Alguna buena persona si es posible. Pero no lo hagan ustedes solos. Busquen más gente y hagan el suplicio a la mayor cantidad posible de personas. Es la máxima utilitarista invertida: hagan que sus acciones maximicen la infelicidad del mundo. Pero no se trata de una mala acción cualquiera. Debe ser algo que parezca sencillo (y así reducirán los costos y repercusiones), pero que al repetirlo una y otra vez, vaya desmoronando lo bueno que hay en la personalidad de la gente. Un ejemplo: haga usted una manifestación que paralice las principales avenidas de la ciudad de México (o cualquier otra ciudad grande). ¿A quién diablos se le ocurrió que molestando a los inocentes era una manera justa de pedir soluciones? No quiero saberlo. De hecho, lo más molesto es que haya gente que repita mes tras mes la fórmula para maximizar la infelicidad. Después de la denuncia viene la idea. Una que debe ser robada, expresada por doquier. ¿Tiene usted un problema que quiere manifestar al "gobierno" a la "sociedad" o a cualquier otra entidad abstracta? HÁGALO SIN MOLESTAR A LOS DEMÁS. Yo sé que no es sencillo. Que en este momento está usted pensando "yo no tengo el hábito de respetar a los demás", "eso qué, para qué me va a servir", "así nadie me va a hacer caso". Podría intentar argumentar muchísimas razones que hay para respetar y no hacer daño a los inocentes. Pero me seguirán objetando que así nadie les hará caso. Si hace una manifestación que vaya por la banqueta y en orden, no va a llamar la atención. Es cierto, no nos engañemos. Nadie le haría caso. Por ello propongo una solución. Manifiéstese de modo creativo y constructivo. En un país en donde llevamos décadas de manifestaciones molestas, si usted hace algo por los demás, para manifestar su inconformidad en algún asunto, será la nota del día. Reinvente el modo de ayudar cada vez que quiera manifestarse. Supérese y haga algo mejor cada ocasión. Ya sé, ya sé. No se le ocurre nada. Daré unos ejemplos para que usted pueda robar y llevarse consigo: 1) Haga una marcha que tenga como campaña recoger la basura y propagar un par de ideas para educar a todos los puercos que hay en su ciudad. Recorra las calles más importantes haciendo este pequeño servicio social. 2) Haga un plantón en el Zócalo y monte carpas que den clases de alfabetización gratuita y clases de matemáticas básicas. Quédese tres meses. ¿Le parecen poca cosa estas ideas? ¿No son tan creativas? Muy bien. Invente las suyas y deje de quejarse.

2 comentarios:

César P dijo...

Clases obligatorias de griego y latin para todos....

Esponjita dijo...

"Primero vinieron a buscar a los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista. Después vinieron por los socialistas y los sindicalistas, y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro. Después vinieron por los judíos, y yo no hablé porque no era judío. Después vinieron por mí, y para ese momento ya no quedaba nadie que pudiera hablar por mí"
Martin Niemoeller

¿y cuándo vengan por tí y ya se hayan llevado a los que paralizaban las calles? ¿quién saldrá a la calle para protestar porque te llevaron?