sábado, 18 de julio de 2009

¿Si trabajo más… me va mejor?

La sabiduría popular nos ha heredado la idea según la cual, quien trabaja más, mejor le va. Sin embargo, un par de meses en cualquier trabajo nos muestra –y a veces con demasiada evidencia–, que uno puede trabajar como loco, día y noche, sin obtener la más remota mejoría económica, pero eso sí, una calidad de vida miserable. Frustrados, nos preguntamos por qué. Después de esta primera crisis, suelen suceder dos cosas. O seguimos trabajando al mismo ritmo, pero con la conciencia de ser un mártir del sistema, o nos rendimos y abandonamos la idea de que podíamos ser los mejores. Ninguna de las dos salidas es una verdadera solución a nuestra desgracia. De aquí a odiar nuestro trabajo, y después a nuestro jefe, compañeros, familia, al gobierno que no hace nada por ayudarnos, y por último al mundo entero, hay sólo un pequeño paso. ¿Qué hemos hecho mal?

Al parecer, nuestro querido adagio ‘si trabajas más, te va mejor’, tiene un problema. Casi nadie se ha dado cuenta que podría estar al revés. Con ello no quiero decir que ‘si trabajas más, te va peor’, sino que las dos partes de la frase deberían ir en orden distinto. Pienso en algo como ‘si trabajas mejor, ganas más’. No se me escapa que sigue siendo una frase ambigua. Se puede ganar más dinero, pero puede suceder que se ganen más problemas o sufrimientos.

Lo que sucede es que estas frases se parecen a los oráculos de las antiguas pitonisas del mundo griego. Las pitonisas eran las sacerdotisas de los templos de los dioses, encargadas de decir a los mortales los designios divinos. Sin embargo, los sacerdotes que las interpretaban eran muy astutos. Recuerdo que Heródoto, historiador del mundo antiguo, cuenta que el rey Creso, queriendo invadir Persia, preguntó el resultado a los oráculos. La respuesta fue: “Si emprendes la guerra contra los Persas, destruirás un gran imperio”. Creso, creyendo que los dioses le daban la victoria, atacó. Y sí, destruyó un gran imperio, el suyo. Perdió una de las más famosas guerras de la antigüedad, todo por haber escuchado lo que quería escuchar.

Lo mismo nos pasa con frases como ‘si trabajas más, te va mejor’. Olvidamos que deben ser interpretadas con ingenio. La frase no nos dice que trabajemos más, pero sin imaginación. Eso ha sido culpa nuestra. ¿Cómo podemos hacer que la frase nos funcione en realidad? Con imaginación. Lo bueno de estas sentencias es que podemos agregarles lo que queramos. Por ejemplo: ‘si trabajas con más imaginación, te va mejor’.

Con esto de la imaginación me refiero a lo siguiente. Todos tenemos muchos problemas en nuestro trabajo. Desde las actividades más sencillas, como mandar un correo u organizar las carpetas de la computadora, a las más complejas, como una junta ejecutiva, pueden ser un terrible dolor de cabeza. Podríamos usar la famosa frase para trabajar más en resolver estos problemas. Si dedicamos una parte de nuestro horario a imaginar soluciones a estos problemas, podríamos conseguir la productividad que buscamos. Pero no nos engañemos. No se trata de decir cosas como ‘si los dueños de la compañía cambiaran esto o aquello, la empresa estaría mejor’. Hay que ser realistas. Descartes, un filósofo francés, decía que hay tres cosas que pueden ocupar nuestros pensamientos: los asuntos que no dependen de nosotros, los que dependen en parte de nosotros, y los que sólo dependen de nosotros. Puede parecer obvio que los problemas de los que debemos ocuparnos son los segundos, en la parte que nos corresponde, y los últimos, porque si no lo hacemos nosotros nadie más lo hará. Pero, siendo sinceros, cuánta gente se la pasa preocupada por cosas que no dependen de ella. Pienso en el caso del que se la pasa fantaseando en cómo invertir el dinero que ganará en la Lotería. Eso es perder el tiempo que podríamos usar para resolver problemas que sí dependen de nosotros. ¿Cuál es la mejor ventaja? Si interpretamos de esta manera la frase, seguramente no trabajaremos más tiempo, sino menos. Si dedicamos más tiempo a solucionar los problemas que podemos resolver, empezaremos a lograr nuestras metas más rápido. El lector en este punto, podría no estar del todo de acuerdo. Si esto es así, ¡Muy bien! Busque una solución propia. De eso se trata.

1 comentario:

Lain Coubert dijo...

Pero qué estupidez de reflexión y te dices filósofo??? fenomenólogo de pacotoilla!!, no insultes a tus lectores de esa manera dando consejtitos de revista de espectáculos y citando de una forma descontextualizada a Descartes..dime, ¿quién eres tu para aconsejar a alguien sobre la forma en cómo trabaja? cualquiera da consejos y se coloca en el lugar de "saber como vivir", habla con un taxista para que te des cuenta...pero mejor te propongo algo, CALLATE Y ESCUCHA... y por favor... privanos de tu saber repleto de sofismas